España
cuenta con una población de 46.081.574 en el año 2010. Ese momento, los
usuarios de Internet alcanzan el 66,62%[1] y abonados a Internet por
banda ancha fija[2]
se llegó a 22,96% entre 2007-2010[3].
En este
ámbito virtual irrumpe una masa crítica de potenciales clientes tanto de
servicios como de productos. Está división genera dos categorías:
· Productos
digitales (pueden ser enviados directamente a través de Internet).
·
Productos tangibles (no pueden ser enviados
directamente a través de Internet).
Es
evidente, el mercado físico y electrónico comercializan ambas categorías. Sin
embargo, el canal de distribución de los productos digitales se ubica en el
mercado electrónico. El Agente Comercial debe migrar paulatinamente a esta
fórmula de comercialización.
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